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sábado, 1 de julio de 2017

Cuadrillas activas federación

A continuación se muestran las cuadrillas activas durante fiestas y que están adheridas a la Federación de Blusas y Neskas, por lo que podréis verlas (además de en otros actos), en los kalejiras de ida y vuelta.

Pulsa en el escudo de cada cuadrilla para ver información más detallada de cada una de ellas.
1952 (*)
1955
1969
Los Bainas Los Martinikos Los Biznietos de Celedón
1974
1978
1986
Gasteiztarrak Batasuna Jatorrak
2015
Bihurriak



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> Ver cuadrillas activas pertenecientes a la comisión
> Ver cuadrillas activas NO pertenecientes a la comisión-federación
> Ver cuadrillas desaparecidas (post 1960)
> Ver cuadrillas desaparecidas antiguas (pre 1960)

jueves, 1 de junio de 2017

SIBERIARRAK

Esta cuadrilla de blusas y neskas empieza a tomar forma tras las fiestas del 2016, surgiendo definitiva en el 2017, integrándose en la Comisión de Blusas y Neskas y participando en los kalejiras de ida y vuelta.

Impulsada por 5 blusas provenientes de la cuadrilla Los Biznietos de Celedón (David, Julen, Jorge, Ibon y Josua), esta cuadrilla no puede entenderse como una excisión de Biznietos, ya que lo que movió a esos cinco blusas fue la motivación de hacer una nueva cuadrilla, formada en su primer año tanto por ex-miembros de Biznietos como por gente de otras cuadrillas y nuevos blusas y neskas.

Año de fundación: 2017
Sede social: -
Miembro de la comisión
Traje blusa: blusa negra, pantalón mil rayas, pañuelo de cuadros y faja azul
Traje neska: matel y pañuelo azul (el resto de la vestimenta por decidir)
Modelo blusa Siberiarrak


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viernes, 10 de septiembre de 2010

Historia de una Furgo

Hoy vamos a hacer un poco de historia de la cuadrilla y ver por encima la evolución que ha ido teniendo un importante componente de nuestra cuadrilla: el vehículo encargado del transporte de la bebida y la pancarta.

Se que muchos de vosotros solo lo recordáis por su primera función, pero este compañero ha salvado, salva y salvará a mucha gente de tener que hacer los paseíllos con el parcantón a cuestas. ¡Gracias te damos! Pues bien, aquí os dejamos un pequeño reportaje fotográfico donde se puede ver como no son solo los blusas los que vamos cambiando...
El primer documento data de 1.900 y poco, donde se puede ver un vehículo joven e inesperto. Aún no se le quería dar muchas responsabilidades en la cuadrilla, por lo que su principal cometido parece ser que era llevar gente (lo siento, no lo viví y mis datos son los que son). Lo bueno era que gozaba de buena salud, incluso se han visto fotos donde alargaba el paseillo hasta el pantano! Que aguante el tío. En primera plana también se puede apreciar a una reconocida tonadillera vestida de blusa. Foto para el recuerdo.


lunes, 13 de septiembre de 1999

Olarizu

El día de Olarizu es una fiesta que se celebra todos los años en el mes de septiembre, pero sin fecha fija. Y es que esta fiesta tiene la peculiaridad de que se fija en el primer lunes posterior a la fiesta de la Virgen de Septiembre, que se celebra el 8 de septiembre, lo que hace poder caer la fiesta entre los días 9 y 15 de dicho mes.

Visita de mojones y Romería de Olarizu


La visita de mojones es un acto protocolario y "solemne" realizado por el ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y que se remonta, en el Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz, al siglo XVI. En este acto administrativo se realiza un recorrido que discurre por una serie de los mojones que delimitan el municipio de Vitoria-Gasteiz, siendo dicho recorrido variable de año en año.


La romería de Olarizu es sin embargo un acto más reciente y no aparecen referencias a ella hasta la segunda mitad del siglo XIX, coincidiendo en esas fechas que se empiezan a unificar en un mismo día los actos de la visita de mojones (que hasta entonces no se hacía en un día fijo del año) y la romería de Olarizu.
Y es que, la visita de mojones, pese a ser un acto puramente administrativo por parte del ayuntamiento, solía estar acompañado de asistencias a oficios religiosos (hay múltiples referencias a visitas a la Virgen de Estibaliz antes y/o después de la visita) y celebraciones populares, como comidas en el pueblo más cercano al último mojón visitado. Pero ya en 1868 Becerro de Bengoa publicaba lo siguiente en referencia a la visita de mojones de dicho año:
Las cosas siguen conforme estaban.
A lo menos los mojones de nuestra jurisdicción.
El buen humor de los jóvenes vitorianos que todos los años van y vuelven al campo de Olárizu con el tamboril a la cabeza y la merienda...

Alrededor de estas fechas se producen diversos hechos aparentemente aislados, como la agregación de más de 10 pueblos al distrito municipal de Vitoria en 1849, la renovación de la ermita de San Cristóbal, las obras en el puente de San Cristóbal (1867), la construcción de la plaza de toros, la renovación de los mojones, las "dos visitas", la reunión "al frente de las Casas Consistoriales" antes de iniciar la visita, y finalmente la celebración conjunta de ambos actos -visita y romería - , pero que coinciden además en Vitoria con momentos de expansión urbana hacia el sur, la llegada del ferrocarril (1864), y a nivel más general con un considerable aumento de población y prosperidad económica.

S. Vera Fajardo. Romería de Olárizu. Hacia 1900.
Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz
Coincidiendo con dicha prosperidad económica, desde el propio ayuntamiento se intenta fomentar nuevos comportamientos sociales y cambios en las costumbres. Así tenemos:
El 14 de junio (de 1878) se acuerda proporcionar mayor vida y animación a la ciudad estableciendo ferias para el mes de septiembre, subvencionando los gastos de festejos en 20.000 reales y 10.000 más si hubiese corridas de toros (...) Esta moción explica la poca vitalidad de la capital alavesa, después de la terminación de la guerra y a consecuencia de la implantación de la ley de 21 de julio. Y si en Vitoria, festiva y alegre de suyo, había que apelar al recurso de unas ferias durante 15 días, para atraer a los forasteros, aumentar las transacciones comerciales y proporcionar un poco de animación a la Ciudad (...)

Para comienzos del siglo XX ya se habría implantado oficialmente la celebración en Olárizu de dichas ferias, como lo atestiguan algunas fotografías de S. Vera Fajardo de 1900.

Regreso desde las campas de la Comitiva Municipal
Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz

Olarizu


En las inmediaciones del lugar llamado Puente Alto u Olaranbe, existió un poblado que ya aparece citado en el año 1025 con el nombre de Hollaruizi. Más adelante se documenta Hollarruizu. En el siglo XIX es ya Olharizu, quedando del pueblo su iglesia de Santa María de Olharizu, ya que dicha aldea se despobló en el siglo XIV. Entre Vitoria y esta aldea, existió otra, Adurzaha, coindiciendo en la actualidad con los barrios de Adurtza y San Cristobal. San Cristobal era precisamente el nombre de la iglesia o ermita de este pueblo.

Esa antigua aldea, tras su despoblamiento, desapareció por completo, pasando a ser su hubicación una zona en su mayor parte de prados que se conocerían como las campas de Olarizu. En estas campas, se construyó la Casa de la Dehesa, cuyo origen se remonta a 1727, y que vino a reemplazar a otra pequeña casa que fue devastada en un incendio. La función del edificio era guardar el ganado comunal que pastaba en las campas. Tras perder el uso ganadero, la construcción se utilizó como almacén hasta que en 1987 se iniciaron los trabajos de restauración, tranformándose en un edificio bioclimático y, desde 1995, sede del CEA (Centro de Estudios Ambientales). Toda esta zona pertenece ahora al término municipal de Vitoria-Gasteiz y se encuadra en el denominado Anillo Verde.

Foto de la Casa de la Dehesa con el monte de Olárizu al fondo
Origen: Flickr/eaudik
También es conocido como Olarizu el cerro que hay al sur de dichas campas, de 709 metros de altura. Su nombre oficial es alto de Santa Cruz de Olarizu o Kutzemendi, y también tiene su historia. Y es que en las laderas de dicho cerro se localiza el yacimiento arqueológico de Kutzemendi, que cuenta con restos de la Edad del Hierro, la romanización y el período medieval. En la cima del cerro se sabe también que existió una torre militar de la época de las guerras carlistas y, con anterioridad, según la Sociedad Landázuri y basándose en un documento de 1465, una ermita denominada "Ermita de Santa Cruz", que es de donde procede su nombre oficial. En la actualidad hay una cruz de 10 metros de altura erigida en 1951 en recuerdo de la Santa Misión de Vitoria, con una placa en recuerdo a 18 sacerdotes muertos durante la Guerra Civil.

La fiesta en la actualidad


La visita de mojones sigue siendo organizada por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz el día de Olarizu. Sin embargo, está visita es sin más un acto protocolario y "solemne", ya que la original comprobación de los límites jurisdiccionales en la actualidad es llevada a cabo por técnicos del Negociado de Montes del Ayuntamiento gasteiztarra varios días antes del dia festivo.

La visita parte a primera hora desde de la Plaza Nueva, antigua sede del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y, acompañada de una banda municipal, se realiza a lo largo de la mañana por los diferentes mojones que toquen ese año.

Al finalizar el recorrido se realiza una comida popular, tras la cual la comitiva se desplaza a las campas de Olarizu en la denominada romería.

Campas de Olarizu el día de la fiesta
Durante toda la tarde hay organizados en las campas diferentes actos de animación, como son bailables, kalejiras, hinchables, etc. No faltan los puestos de productos artesanales, especialmente los de comida, como los habituales talos.

Mucha gente se suele animar a subir al cerro de Olarizu, para el que existen dos rutas, la que va directa desde las campas, más abrupta y pronunciada y solo transitable andando, y otra que sube dando un rodeo a todo el cerro y que es más transitable, pudiendo ir con carritos, bici, etc.

En plena ascensión
En la cima misma del cerro suele haber exhibiciones y concursos de herri kirolak, además de unas bonitas vistas de las campas y de toda la ciudad de Vitoria-Gasteiz.

Herri Kirolak en la cima
A última hora de la tarde se hace la vuelta de la romería desde las campas a la Plaza Nueva, donde se suelen organizar actos de animación.

Anécdotas y curiosidades

  • Diversas cuadrillas de blusas y neskas celebran o han celebrado actos el día de Olarizu, como los Blusas y Neskas Veteranos o Nekazariak.
  • Durante las romerías de Olarizu de los años 60 y 70 eran habituales incidentes reivindicativos de la época, aprovechando que las autoridades realizaban la visita a los mojones.
  • En 1968, en el marco de los denominados incidentes de 1968, Vitoria está bajo estado de excepción franquista. Las habituales pancartas reinvindicativas, pintadas contra el régimen, ikurriñas, etc. colocadas por los jóvenes en fechas de la romería fueron por tanto especialmente perseguidas por la Policía Armada (los denominados grises). En uno de estos sucesos los grises persiguieron a unos jóvenes en el casco viejo de Gasteiz, más concretamente en la entrada de la calle Nueva Dentro, cruzándose durante dicha persecución un hombre llamado Victoriano Ibañez entre los jóvenes y el jeep de la policía armada, resultando golpeado por el coche. El hombre murió días después en el hospital de Santiago Apostol debido a las heridas internas producidas por el fuerte golpe recibido en el atropello.


Referencias:
+ Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz
+ Euskonews (artículo de Miren Edurne Martín Ibarraran)
+ El Blog de Betoño
+ Boletines Gudari (1968-1978)

miércoles, 4 de agosto de 1999

Fiestas de La Blanca

Las fiestas en honor de la Virgen Blanca (Andre Maria Zuriaren jaiak en Euskera), más conocidas entre la ciudadanía como las fiestas de La Blanca o fiestas de Vitoria (o Gasteiz), son las fiestas principales de Vitoria-Gasteiz. Como su nombre indica, están dedicadas a la Virgen Blanca, patrona de la ciudad, y tienen lugar del 4 de agosto, día en el que se da inicio a las fiestas con el Txupinazo (y bajada de Celedón), hasta la noche del 9 al 10 de agosto, en la que se dan por finalizadas las fiestas con un espectáculo de fuegos artificiales (y la subida de Celedón), siendo el día 5 el día principal de la festividad, coincidiendo con el día de la Virgen Blanca.
Estas fiestas son además especiales para los blusas y neskas gasteiztarras ya que son las fiestas en las que más cobran vida las cuadrillas y en las que realizan la mayoría de sus actividades.

Pero no adelantemos acontecimientos, vamos primero con un poco de historia profundizando en las denominadas fiestas principales de Vitoria-Gasteiz, fiestas que como hemos visto están muy ligadas a la patrona de la ciudad. Es por tanto de recibo empezar hablando de dicha patrona.

La Patrona de la ciudad


Para la mayoría de nosotros, la patrona de Vitoria-Gasteiz, única y de toda la vida, es y ha sido la Virgen Blanca, por lo que vemos normal que en su honor se celebren estas fiestas, coincidiendo además la celebración con su día en el santoral. Pero, ¿ha sido esto así siempre?

No es baladí que el culto a la Virgen Blanca se remonta a los orígenes de la ciudad. Así, además de los fueros que aportó en 1181 el rey de Navarra Sancho VI el Sabio a la ciudad, refundándola sobre el poblado de Gasteiz como "Nova Victoria", los reyes de Navarra también introdujeron en la ciudad la devoción a esta advocación de la Virgen María. Sin embargo, esto no quiere decir que en aquella época la Virgen Blanca fuese la principal benefactora de los devotos vitorianos y, ni mucho menos, la patrona de la ciudad (si es que existía alguna patrona por aquel entonces). Esta creencia de que la Virgen Blanca es la Patrona desde los orígenes de la ciudad está basada, más que en documentos y hechos históricos, es una suposición (lógica y plausible) hecha por los historiadores de los siglos XIX y XX y que ha llegado hasta nuestros días como si fuese un hecho verídico.

Así, esta probado también que existe otra advocación de la Virgen María que ha tenido una devoción importante en Vitoria en sus inicios como ciudad. No es otra que Santa María, impulsada su devoción por otros reyes, los de Castilla, y en especial por otro rey sabio, Alfonso X el Sabio. Cuenta la historia que Alfonso X enfermó en Vitoria, estando en lo que el creía al borde de la muerte, y salvándose, según él, gracias a los rezos y plegarias que a Santa María hizo. Es un hecho biográfico que impresionó tanto al monarca que en la Cantiga 119 del Códice Rico de Florencia lo celebra con todo lujo de detalles:
Por eso os diré lo que me pasó cuando yacía en Vitoria tan enfermo que todos creían que iba a morir allí y no esperaban nada bueno de mí. Pues me dio tal dolor el dolor que yo mismo creí que era mortal y clamaba: Santa María, ayúdame y con tu poder extirpa este mal. Los médicos mandaron ponerme paños calientes pero yo los rechacé y en cambio, hice traer el libro de Ella; me lo pusieron y pronto me calmé dejé de gritar y de sentir el menor dolor y al poco tiempo me encontré muy bien...

Estamos hablando de la segunda mitad del siglo XIII, y este hecho valió para que Alfonso X se convirtiese en un gran benefactor de la ciudad, y en especial de una de sus iglesias. Así, este monarca fue el impulsor de la remodelación gótica de la actual catedral vieja de Vitoria, la catedral de Santa María (por entonces iglesia), construida a principios del siglo XIII bajo el reinado de Alfonso VIII de Castilla. Fue también Alfonso X quien donó a la ciudad la talla de Santa María, que siempre ocupó un lugar importante en la iglesia/catedral de su mismo nombre y que se encuentra actualmente en el Museo de Arte Sacro de la ciudad, sito en la catedral nueva, a la espera de que se vuelva o oficializar el culto en la catedral de Santa Maria. Esta talla, que cuenta ya con más de 700 años, estuvo presente en todos los acontecimientos importantes de la ciudad como representante de Santa María: el fuero, la voluntaria entrega, el juramento de los fueros de los reyes castellanos, etc. Casi se la podría considerar una patrona de facto...

Talla de Santa María de Vitoria en el
Museo de Arte Sacro (Fot. Quintas)
Pero Vitoria parece que ha sido una ciudad con gran devoción, y por ello había devotos para muchas vírgenes y santas, lo que hace que estas dos vírgenes, Santa María y la Virgen Blanca, no hayan sido las únicas con gran tradición. Así, otras vírgenes que también contaron con una fuerte tradición en Vitoria son, entre otras, la Virgen de la Esclavitud, la Virgen del Rosario, la Inmaculada, la Virgen de los Dolores o la Virgen de las Candelas. Sin embargo, parece ser que no fue ninguna de estas la que se hizo con el mayor protagonismo entre los vitorianos y el consiguiente patronazgo.

Sobre esto ha ahondado el historiador vitoriano Ismael García (ver referencias), aportando datos que nos llevan a pensar que con anterioridad a la patrona actual hubo en efecto otra, confirmada, y que esta otra no es si no Santa Ana, la madre de la Virgen María (es decir, de la Virgen Blanca).
La hipótesis de Ismael García parte de la referencia a varias citas, como la siguiente de Núñez de Cepeda de su obra "Hospitales vitorianos" (1931):
...sólo dos días, durante el curso del año, los moradores de Gasteiz y Vitoria se divertían clamorosamente (...) durante mucho tiempo el día de Santa Ana fue la fiesta principal de Vitoria, trasladada hoy al día cinco de Agosto en honor a la Virgen Blanca.

O esta otra cita del libro "Calles vitorianas" (1944), de Venancio del Val, en referencia al Cantón de Santa Ana:
Arranca el cantón de este nombre en la calle de las Escuelas para concluir en la de San Vicente de Paúl. Su nombre lo recibió de la gran devoción que en Vitoria existió hacia la madre de la Vírgen María. A ella se le tuvo durante algún tiempo por Patrona de la Ciudad y en su honor se celebraban fiestas, aún conocidas en el siglo XVIII

A partir de ahí, Ismael profundiza en la historia de Vitoria para comprobar que en efecto Santa Ana ha tenido un papel importante en Vitoria, teniendo calles, cantones, plazas e incluso una vecindad (la tercera) de la que aún en la actualidad es patrona. Existia en dicha vecindad una hornacina con una talla de Santa Ana -que se dice del siglo XV- que se conserva en la actualidad en el Museo Diocesano y de la que una reproducción de la misma fue recientemente recolocada en otra hornacina de otra vencindad (la anteriormente citada ya no existe) que venía ocupando la talla original durante las últimas décadas en esta otra vencindad, la segunda de la Correría.
La hipótesis de Ismael no esta desarrollada por completo (en ello está) y quedaría por determinar que llevó a esa pérdida de protagonismo de Santa Ana en favor de la Virgen María, pero es más que plausible que, en efecto, en algún momento entre los siglos XV y XVIII, Santa Ana fuese la patrona de Vitoria.

Volviendo a nuestra actual y querida patrona, ya en 1517 existe constancia de la existencia de una Virgen Blanca en Vitoria. Pero desde luego, un hecho destacado que hizo empezar a ganar protagonimo a esta frente al resto no es otro que el surgimiento, a iniciativa del Gremio de Cereros, de la Cofradía de Nuestra Señora la Virgen Blanca. Erigida canónicamente el 17 de junio de 1613 en la iglesia Parroquial de San Miguel Árcangel tenía (y tiene) por objeto honrar a Santa María, Madre de Dios, bajo la advocación de la Virgen Blanca y fomentar su devoción pública y privada así como promover todo tipo de actuaciones relativas a los ámbitos religioso, histórico, artístico y folclórico etnográfico relacionados con tal devoción. Con el transcurso de los años, y gracias en gran parte a esta cofradía, el culto a la Virgen Blanca se sistematizó en la ciudad.

En 1854 el concejo de la ciudad proclama a la Virgen Blanca, venerada en una iglesia importante de la ciudad como es la de San Miguel (donde se erigió su cofradía), como Patrona de Vitoria, un reconocimiento que el Vaticano ratificó en 1921. Su potente cofradía había conseguido cristalizar en patronazgo su fervor. Ese mismo año de 1854, para conmemorar el hecho, se encargó al escultor santero Alejandro Valdivieso una talla de la virgen, talla que se encuentra en la actualidad en la propia iglesia de San Miguel Arcángel, en su fachada exterior, presidiendo la plaza que lleva ahora su mismo nombre, la plaza de la Virgen Blanca (antigua Plaza Nueva), centro neurálgico de la ciudad. Ya en octubre de 1954, y para confirmar el protagonismo indiscutible que había obtenido en Vitoria, fue coronada canónicamente como Reina de la Ciudad en una ceremonia a la que acudieron miles de ciudadanos.

Talla de la Virgen Blanca en la hornacina de la iglesia
de San Miguel Arcángel (Fot. wikipedia)

Origen y evolución de las Fiestas de Vitoria


Como ocurre en la mayor parte de fiestas de ciudades y pueblos, estas tienen un origen religioso (católico), y las de Vitoria no son menos en este aspecto. De ahí este "breve" inciso del aparado anterior que nos ha servido para descubrir dicho trasfondo que toma cuerpo en la Patrona de Vitoria y, además de para recordar otras más que posibles patronas de la ciudad un tanto olvidadas en la memoria de los vitorianos, como son Santa Ana y Santa María, para ver como las tradiciones no son tan inamovibles como parecen o nos quieren hacer ver. Así se ve claramente que algo que parece que es de toda la vida y que por ello no debe cambiarse, en realidad se empezó a hacer en un momento dado y ha ido evolucionando, como todo.

Vamos ahora con las denominadas "fiestas principales" de la ciudad. "Principal" es un concepto un tanto abstracto, por lo que dependiendo la época histórica en la que nos encontremos, la considerada "fiesta principal" puede ser una u otra. En la actualidad, por duración, gente que moviliza y porque ya lo es de forma oficial, no cabe duda de que las fiestas principales son las fiestas en Honor de la Virgen Blanca. De ahí que también tengan el "título" de "Fiestas de Vitoria" o "Gasteizko Jaiak". Sin embargo este, como hemos llamado, título, no lo obtuvieron hasta 1884, año en el que, tras un acuerdo municipal, ya de forma oficial se decidió que los actos desarrollados durante las llamadas "Fiestas de Vitoria" fueran en honor de la Virgen Blanca, cuya festividad aparecería en el calendario litúrgico el 5 de agosto, celebrándose por tanto, como es natural, en agosto, para así coincidir con dicho día.

¿Pero qué había antes de 1884? Pues sucedía que bajo la denominación de "Fiestas de Vitoria" lo que se hacía era desarrollar una serie de actos y festejos durante los primeros días de septiembre (de 15 días de duración se puede ver que llegaron a ser en una nota del ayuntamiento de 1878), es decir, las fiestas de Vitoria eran los festejos y ferias que se celebran en la actualidad coincidiendo con la festividad de Olarizu, aunque suponemos que con más animación y una localización más amplia que la actual.

Para remontarnos antes de estas "ferias de Olarizu", que se popularizaron tanto en el siglo XIX, tenemos que volver a la Patrona de Vitoria, cuando en el anterior apartado se cita a Núñez de Cepeda indicando que "sólo dos días, durante el curso del año, los moradores de Gasteiz y Vitoria se divertían clamorosamente". Estos días parece ser que hacían referencia al 24 de junio, festividad de San Juan Bautista, y el 26 de julio, festividad de Santa Ana, la más que probable patrona anterior a la Virgen Blanca. Luego tenemos la cita de Venancio del Val que dice "A ella (Santa Ana) se le tuvo durante algún tiempo por Patrona de la Ciudad y en su honor se celebraban fiestas, aún conocidas en el siglo XVIII", y juntando las dos tenemos que, con anterioridad al siglo XIX, las Fiestas de Vitoria eran en julio y en honor a Santa Ana.

Fue durante el siglo XVIII y XIX que Santa Ana fue perdiendo su protagonismo frente a la Virgen Blanca, y es de suponer que fue en esos siglos que también las fiestas en honor a Santa Ana irían perdiendo importancia respecto a otras fiestas, como seguramente serían las organizadas en honor a la Virgen Blanca. Así pues, de todos estos datos se puede deducir que las festividades de Vitoria han venido siendo:
  • con anterioridad al siglo XVIII-XIX - en julio (alrededor del 26) en honor a Santa Ana
  • en siglo XIX la Virgen Blanca ya tendría bastante protagonismo, aunque que las fiestas en su honor fuesen o no las consideradas Fiestas de Vitoria son suposiciones por nuestra parte
  • siglo XIX - a principios de septiembre. Sobre todo la segunda mitad, y antes de 1884, hay un periodo en el que cobran gran protagonismo las "Ferias y Fiestas de septiembre", llegando a ser donominadas como Fiestas de Vitoria
  • a partir de 1884 hasta la actualidad - en agosto (coincidiendo con el 5) en honor a la Virgen Blanca
Este último cambio de fechas para trasladarlas definitivamente a agosto ya hemos dicho anteriormente que fue acordado en el Ayuntamiento, concretamente en una sesión de ese mismo año de 1884 presidida por el entonces Teniente Alcalde Romualdo Martínez de Alegría, con la finalidad de hacerlas coincidir con la festividad de la Virgen Blanca (el 5 de agosto). Sin embargo, en un principio las fiestas no comenzaban como en la actualidad el 4 de agosto, si no que empezaban el 1 de agosto. No será hasta 1953 cuando la Corporación municipal establezca el calendario festivo tal y como se conoce hoy en día.

La Blanca en la actualidad


En la actualidad las fiestas tienen su comienzo la víspera del día de la Virgen Blanca, el 4 de agosto, en la Plaza de la Virgen Blanca, situada en el corazón de la ciudad, donde miles de vitorianos y visitantes se reúnen para dar comienzo a la celebración con la bajada de Celedón, un muñeco que representa a un antiguo aldeano alavés, y que cruza la Plaza a través de un sistema de poleas. Tras la bajada, un miembro de una cuadrilla de blusas, caracterizado como tal, cruza la plaza desde el edificio hasta el que llegó el muñeco de Celedón (frente a San Miguel) hasta las escalinatas de San Miguel, odisea escoltada por los acompañantes del Celedón, voluntarios de diferentes cuadrillas de blusas y neskas. Tras llegar a la balconada de la Iglesia de San Miguel se le baila el tradicional aurresku y ya tras hablar se pueden oír los tradicionales y esperados: Gora Gasteiz!, Gora Celedón!... contestando la gente con un Gora! También se encienden puros y se descorchan miles de botellas de cava. Los jóvenes piden agua en las calles colindantes a la plaza y últimamente se bañan en céntricas fuentes. Así se inician las Fiestas, que duran del día 4 al 9 de agosto, siendo el día 5 el Día de la Virgen Blanca.

Bajada de Celedón
Son protagonistas de estas fiestas las cuadrillas de blusas, agrupaciones de vitorianos y vitorianas que ataviados con los trajes típicos organizan y protagonizan numerosas actividades y llenan de buen humor estos días. Se organizan diferentes espectáculos, conciertos y verbenas para todos los gustos en varios escenarios esparcidos por la ciudad. Orquestas y txarangas circulan las veinticuatro horas del día, especialmente por la zona del Casco Viejo, centro neurálgico de la diversión. También se instalan mercadillos y barracas, atracciones de feria, txosnas, se organizan corridas de toros por las tardes, fuegos artificiales y toros de fuego. Por la mañana hay vaquillas. Para los más tradicionales, el día 4 se realiza la Procesión de los Faroles, instaurada en 1895, en la que se pueden admirar estas joyas únicas, y se puede asistir al Rosario de la Aurora el día 5.

El día 7 se celebra el Celedón Txiki, una recreación de la bajada de Celedón, con los niños como protagonistas, que tienen actividades pensadas para ellos durante todas la fiestas. Por su parte, el día 8 de agosto está dedicado al blusa veterano, y las calles se invaden de nostálgicos de la tercera edad ataviados con blusones de todas las cuadrillas, incluídas algunas ya desaparecidas de los años 60. Y por último el día 9 de agosto es tradicionalmente llamado día del guarro, en la que las cuadrillas en los pasacalles, desfilaban embadurnados de harina, aunque esta tradicción cada vez tiene menos seguimiento por parte de las cuadrillas. También se potencian actividades culturales propias del País Vasco, con campeonatos deportivos de pelota vasca, y conciertos de trikitixa y campeonatos de bertsolaris.

Paseillo de ida de los blusas
La ciudadanía resulta muy importante en estas fiestas; los vitorianos disfrutan y participan activamente en la celebración, y son buenos anfitriones y guías para aquellos que deseen conocer su ciudad en estos días.

Además de la algarabía festiva son de gran importancia las funciones religiosas que tienen lugar los días 4 (Vísperas, Procesión de los Faroles) y 5 de agosto (Rosario de la Aurora y Misa Pontifical), a las que acuden miles de vitorianos. Es la Cofradía de la Virgen Blanca, bajo los auspicios de la Diócesis de Vitoria, el principal motor de estas celebraciones.


Referencias:
- Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz
- Enklabe Arquológica (blog de Ismael García)
- La "otra" patrona de Vitoria (El Correo)
 

Celedón - Enrique Orive

Enrique Orive fue un caso especial en las encarnaciones de Celedón, y es que lo fue solo durante un año, el convulso 1976, y no sin polémica. Pero como Celedón y parte de la historia de las fiestas que fue y es, aquí le dedicamos su artículo correspondiente.

Enrique Orive Galindo nació en la localidad vizcaína de Barakaldo un 22 de octubre de 1928. Allí paso sus primeros años hasta que le toco hacer el servicio militar en Vitoria, ciudad que desde ese momento le acogió como hijo adoptivo, ya que fue en Gasteiz donde Enrique se instaló y tuvo su negocio (además de hacer sus "pinitos" como novillero), se casó con su esposa Maríasun Abad, y tuvo tres hijos.

Enrique junto a su esposa Maríasun en la plaza de toros de Vitoria
(Fot. ARQUÉ 1959 - Arch. Mun. Vitoria-Gasteiz)
Vayamos ahora con la historia que le ha traído hasta aquí, la encarnación que hizo de Celedón en 1976. Para quién no lo sepa, 1976 es tristemente recordado en Vitoria-Gasteiz por los sucesos del 3 de marzo, sucesos que habían cargado la ciudad de un aire enrarecido. Con ese ambiente, un tanto tenso, las fiestas iban a seguir adelante con sus celebraciones, pero sin los blusas, que habían decidido no salir ese año a las calles a llenarlas de alegría. En este sentido, el Celedón oficial en aquella época, José Luis Isasi, tomó la respetable decisión de no darle vida ese año, hecho que llevaba realizando desde 1957. Las fiestas por tanto, si nadie lo remediaba, se iban a quedar huérfanas de su personaje más emblemático.

En este punto, el presidente de la Comisión municipal de Festejos recibió una llamada: "Si no tenéis a nadie más, aquí estoy yo". Era Enrique Orive. Y quería vestirse la blusa, agitar en el aire el paraguas abierto al sol, y llevar el hatillo colgado del antebrazo única y exclusivamente "por mi pueblo, Vitoria, y por la Virgen Blanca”. La candidatura de Orive permaneció en el más hermético de los anonimatos hasta la tarde del chupinazo. Nadie, a excepción de su familia y de algunos miembros del Ayuntamiento, sabía quien representaría al mítico personaje.
Aquel 4 de agosto de 1976 el calor era sofocante. La plaza de la Virgen Blanca aparecía minutos antes del chupinazo llena de vitorianos "aunque no tan apretadamente como otros años", escribió un cronista. En las escalinatas de San Miguel se situaba la banda de música y, enfrente, los gigantes y cabezudos. A las seis en punto, el alcalde José Casanova encendía el cohete. La banda atacó entonces con ganas el pasacalle "Celedón". El muñeco inició su lento descenso por el cable y, al llegar al final del trayecto, se transformó -como manda la tradición- en una persona de carne y hueso.

Celedón encarnándose en la balconada
(Fot. Antonio Guallar - Norte expres, 6 ago. 1976)
Enrique Orive saludó durante unos instantes desde el balcón, bajó después a la plaza e inició el paseíllo hasta la balaustrada de San Miguel. En la crónica del día siguiente se escribió:
El ex-torero Enrique Orive, cuya identidad como "Celedón" se había guardado en riguroso secreto, hace su aparición en la balconada, provocando las preguntas de algunos, los aplausos de muchos y los pitos de otros. Lo de "torero" lo sigue llevando dentro y sigue provocando la "división de opiniones".

"Durante el recorrido me ha emocionado la acogida de la gente, que me abrazaba y me besaba. Ha sido para mi un honor, un placer. Hoy es uno de los dias más felices de mi vida", comentó Orive a los periodistas poco después de encarnar, por primera y única vez, al famoso personaje.

Celedón -el invitado principal de La Blanca- acudió a su cita de agosto gracias a Enrique Orive. Para agradecer este gesto hacia la ciudad, el valiente novillero fue galardonado ese mismo con la prestigiosa insignia del Celedón de Oro, que siempre lució en la solapa con merecido orgullo.

Enrique Orive con el paraguas símbolo de Celedón
(Fot. L&P, 1995)
En septiembre de 1997, a los 70 años, nos dejó este vitoriano de corazón que tuvo el honor de ser la segunda persona en la historia que encarnó a Celedón y, tras cuatro "generaciones" de celedones, el único que no procede de una cuadrilla de blusas.

Referencias:
  • Gaceta Municipal de Vitoria-Gasteiz (25/07/1998)

Celedón - José Luis Isasi

José Luis Isasi Montalban pasará a la historia como la primera encarnación de Celedón tal y como hoy lo conocemos. Y es que de los nueve amigos que allá por 1957 decidieron realizar por primera vez esa representación que ahora indispensable para dar comienzo a las fiestas de La Blanca, la bajada de Celedón, el fue el encargado de personificarlo, acto que además repetiría en otras 20 ocasiones más.

Empecemos por el principio. José Luis Isasi nació en la capital alavesa el 18 de septiembre de 1930, en un piso de la plaza General Loma en el seno de una conocida familia de la ciudad. Estudió en la "universidad de Ali", la manera divertida con la que él y sus amigos llamaban al colegio público de la calle Ramiro de Maeztu. En Gasteiz trabajó como administrativo de una empresa de construcciones, y también en Gasteiz se casó con su mujer Esther Polo y tuvo tres hijas. Y como vitoriano de pro, en fiestas salía con sus amigos dentro de una cuadrilla de blusas... y aquí es donde empieza su "otra" historia.

Estamos ahora en 1957, cuando 9 jovenes amigos de la cuadrilla de blusas de Los Timidos (y los Zeneques dos de ellos) deciden llevar a cabo una idea sugerida dos años antes por dos de ellos en un programa de radio de la época a raiz de unas tiras cómicas de la revista "Celedón", en las que se veía a un Celedón buen mozo vestido con el traje típico, arquetipo de alvés y amante de la fiesta, bajando de la gloria (el cielo) a Vitoria, donde recorría los bares con divertidas ocurrencias. Y lo que prepararon estos amigos es ya de sobra conocido, la "bajada de Celedón" (tenéis más detalles de esta historia aquí), y fue Isasi, que pensaron los amigos que encajaba como un guante en la figura del personaje festivo, el encargado de encarnarlo tras este su primer vuelo por los cielos de Vitoria.

Isasi encarnando a Celedón en su primer Txupinazo
(Fot. ARQUÉ - Arch. Mun. de Vitoria-Gasteiz)
Aquí tenemos un artículo en el que el propio Isasi nos cuenta como vivieron aquellas fiestas y, en especial, aquel día 4 de agosto de 1957:
De este día guardo un recuerdo imborrable, ya que desde hora muy temprana -serían las 7 ó 7.30 de la mañana - cuando nueve amigos vitorianos, (Sánchez-Íñigo, López de Guereña, Ipiña, Azpiazu, Jiménez, Madinaveitia, Pérez de San Roman, Sedano y un servidor iniciamos el ascenso por el interior de la torre de San Miguel y sus empinadas escaleras con todos los artilugios necesarios para preparar el primer descenso de “Celedón” (no oficial, ya que poca gente conocía lo que se avecinaba a las 6 de la tarde, excepto el alcalde Ibarra y algún concejal).

Íbamos Cargados con cables, alambres, cuerdas, anillas, trócolas, el paraguas -¡no fuméis, decía Sedano, que no vais a llegar sanos al cimborrio!- y el personaje principal de aquel día (el querido muñeco “Pepito”), de aproximadamente un metro de estatura, confeccionado por mi hermana Anamari bajo “diseño” de un servidor, con “vida” propia y mirada lánguida.

Este personajillo ya conocía perfectamente las fiestas de Vitoria, ya que las disfrutó a tope acompañado siempre por Jesús Jiménez “El Chato”, con una compenetración tal que sólo le faltaba comunicarse verbalmente con Jesús.

El pobre sufrió dos importantes contratiempos; el primero, el tremendo sopapo que se dio sobre el tejado de la iglesia de San Miguel al romperse el cable que lo sustentaba en la bajada y, el segundo, y más grave, fue su muerte por ahorcamiento en un árbol del parque de La Florida, desconociéndose hasta ahora el nombre del “asesino” que le dio “matarile”. Posteriormente desapareció su cadáver, ignorándose hasta la fecha su paradero.

Como él mismo dice en el artículo citado, esta primera edición fue una sorpresa para casi todo el mundo, que esperaban el pregón anunciador por parte del alcalde y no la estelar aparición de Celedón bajando (en picado) desde la iglesa de San Miguel.

Y así fue como Isasi se convirtió esas fiestas en Celedón, personje que, excepto por el paréntesis de 1976, interpretaría a la perfección durante 21 fiestas más, hasta las de 1979, estas incluidas. 22 años en total, casi nada.
Hasta 1971, Isasi vistió el traje de Celedón igual que vestían la antigua cuadrilla de Los Tímidos, a la que él y sus amigos pertenecían, es decir, ¡con blusa negra!

Celedón-Isasi antes de 1971, con blusa negra
En 1971, además de el cambio de escenario en la bajada, pasando de acabar en la Plaza Nueva a acabar en la Virgen Blanca (debido a unas obras de remodelación y ya aprovechando para hacer la bajada en una zona más amplia), se decidió optar por la blusa a cuadros para el traje de Celedón (aún no hemos averiguado por qué), elecciones ambas que se mantienen en la actualidad.

En 1980 cedió el relevo a Iñaki Landa y se despidió con lágrimas de emoción, y con el honor y orgullo de haber sido el original Celedón.

Isasi atravesando la Virgen Blanca camino a la balconada
(Fot. J.L. Barroso - 1973 - Arch. Mun. de Vitoria-Gasteiz)
Todo esto le valió a Isasi para ser nombrado en 1970 Celedón de Oro. Así mismo, su imagen inspiró la escultura instalada en el 2005 en la balconada de la Iglesia de San Miguel.

Isasi muere el 19 de septiembre del 2007 a los 77 años, coincidiendo con 50 aniversario de la primera bajada de Celedón, año en el que se tenía previsto que fuera él el que lanzase el txupinazo (e incluso, aunque esto ya era más complicado, acompañar al Celedón del momento, Gorka, junto a Landa, en el recorrido de la Virgen Blanca), acto que no pudo hacer debido a que en esas fechas ya se encontraba enfermo. El Ayuntamiento, ese mismo año, y a título póstumo, le concedió el reconocimiento de Hijo Predilecto de la ciudad, titulo con el que Isasi se une a otros distinguidos vitorianos que también han sido nombrados "Hijos Predilectos", como Venancio del Val o Alfredo Donnay.


Aunque ya se haya ido, siempre podremos pasear por la balconada de San Miguel y recordar su figura en la estatua de Celedón, observando la plaza de la Virgen Blanca, en posición privilegiada desde donde poder ver todas las bajadas de Celedón que quedan por llegar.

Gracias José Luis por este gran evento que nos brindaste a todos los gasteiztarras.
Beti arte Isasi!!!
Referencias:
  • Gaceta Municipal de Vitoria-Gasteiz nº7 (julio-agosto 2001)
  • Gaceta Municipal de Vitoria-Gasteiz nº73 (julio-agosto 2007)
  • El Correo

domingo, 25 de julio de 1999

Santiago - Día del Blusa y de la Neska

El primer días del bluso se celebró en Vitoria-Gasteiz en el mes de julio de 1945, siendo las primeras ediciones el último domingo de dicho mes. Posteriormente y hasta la fecha se instauró la fiesta en la fecha fija del 25 de julio, coincidiendo con el día de Santiago.
Los protagonistas de esta celebración son los Blusas y Neskas, que es como se llaman a los miembros de las cuadrillas de la ciudad. Ese día, las cuadrillas (formadas por unos dos mil blusas ataviados con el traje tradicional) inician el día participando en un homenaje en recuerdo de los antecesores fallecidos en el cementerio de Vitoria.

Acto seguido, a las diez y media comienzan los actos lúdicos con la carrera de burros, uno de los festejos más populares de este día, en el que representantes de cada cuadrilla deberán poner a prueba sus habilidades a lomos de un asno en un circuito cerrado en la renovada Plaza de la Virgen Blanca.

Blusas y Neskas en la carrera de burros
Además, miles de vitorianos cumplirán con la tradición de comprar ristras de ajos en el mercado que se instalará en las calles Portal del Rey y Cuesta de San Francisco, que lucirán al hombro durante la mañana.

Tradicional venta de ajos
La oferta festiva se completará con la Feria Agrícola y Ganadera de Santiago, en el campus universitario, en el que se expondrán selectas cabezas de ganado y se celebrará una feria de compraventa. Allí se repartirán tres mil raciones de vaca terreña, para saciar el hambre de los miles de personas que suelen acudir.
Un concierto de la banda municipal en el quiosco de la Florida y deporte rural en la plaza de los Fueros completan el cartel de la mañana.

Ya por la tarde los blusas y neskas realizan lo que tradicionalmente se llama paseillo a los toros, en el cual conjuntamente con una txaranga o con los grupos de txistus amenizan el centro Gasteiztarra. además de esto pasaran lo que resta de día y la noche animando las calles.

Todo ello servirá para calentar motores de cara a la cada vez más cercana bajada de Celedón que da inicio de las fiestas de la Virgen Blanca, el 4 de agosto.

sábado, 1 de mayo de 1999

Estibaliz

La Vírgen de Estibaliz es la patrona de Álava y los alaveses, como con San Prudencio, celebran su festividad. Esta celebración es apenas un par de días después de la del patrón de Álava, San Prudencio, es decir el 1 de mayo, y su acto principal es la romería hasta el Santuario de Nuestra Señora de Estibaliz, situado en un cerro sobre la localidad alavesa de Argandoña.

Santuario de Nuestra Señora de Estíbaliz en la actualidad

Historia


Las celebraciones en honor a la Virgen de Estibaliz, actualmente patrona de Álava, están directamente relacionadas con la historia del Santuario de Nuestra Señora de Estibaliz (de Santa María de Estibaliz), punto central de dichas celebraciones, y de la talla que en él se encuentra y que representa a la Virgen de Estibaliz.

Para comenzar, hay que remontarse hasta la época de los romanos para saber el origen del topónimo, y es que se cree que el nombre del cerro de Estibaliz deriva del latino "aestas-atis" (veranos), tal vez relacionado con un lugar de descanso veraniego ubicado durante dicha época en el cerro o los alrededores. Esta creencia tiene como base una lápida encontrada en la zona dedicada a Julio Flaco.

Sin embargo, fue durante la Edad Media que el lugar se erigió en cabeza de un condado dependiente del reino de Navarra, y vinculado a la familia de D. Sancha de Pamplona, condesa de Álava (por su matrimonio anterior con Álvaro Herraméliz) e hija de los reyes de Navarra. Al casar ésta con Fernán González (alrededor de 932), entra en la vinculación Castilla. Así, el hijo de Gonzalo Tellez (hermano o yerno de Fernán), Aurivita Diego, puebla Villafranca de Estíbaliz (pueblo situado bajo el cerro de Estibaliz) con su casa solar e iglesia de Santa María. Es por estas fechas (siglo X) que se alzaría el templo.

Por otro lado, está la cofradía y cofrades de Oca, más tarde llamada de Arriaga, y que se sabe ya existía en el siglo X gracias a un privilegio del rey de Navarra fechado el 962 en donde se les hace mención. Dicha cofradía se reunía en el campo de Oca, próximo a Arriaga, el 1 de mayo de cada año, día en el que celebraban una solemne procesión con la imagen de la Virgen de Estíbaliz, llevándola a la ermita de San Juan Bautista, enclavada en el campo de Arriaga. Nombraban 4 alcaldes jueces universales para que gobernasen durante el año siguiente toda la tierra de Álava, y de éstos uno era justicia mayor, el cual se encargaba de dar las sentencias y vivía en la casa de la cofradía, teniendo obligación de trasladarse al otero y somo de Estíbaliz a fallar las causas el día 1 de mayo. Este 1 de mayo de cada año se celebraban los "Juicios de Dios o Desafíos y Desagraviamientos de Estíbaliz". En el Real Privilegio se dice, entre otras cosas:
et más, en quanto a los desafíos et desagraviamentos que han acostumbrado, como fasta aquí, los fagan et puedan facer de aquí adelante somo el otero de Estíbaliz; es a saber: en los días primeros del mes de mayo, después del sol salido fasta el sol entrado, et non desde más adelante, nin primero fasta otro día primero de mayo de otro año, et se puedan hedir los homes unos a otros en razón de sus fechos et agraviamientos cualesquiera día que dicho es de suso fasta sol entrado, de cuerpo a cuerpo, et nenguno los pueda contrallar, fuera aide que no fuedan fogar nin facer tales peleas con fallestenes, nin saetas, nin con otras armas de lanzar, dardos et espadas, et pabesas, etc.

Talla de NªSª de Estibaliz (aspecto actual)
Durante los siglos X al XII dichos terrenos en los que se asienta el santurario pertenecieron a los condes González, que se nombraban con el patronímico "de Estibaliz". De esa época hay documentos sobre una cesión de dichos condes al monasterio de San Millán. Así, cuando en 1138 doña María López de Estíbaliz, hija de Lope González, hace una donación a los benedictinos cluniacenses del monasterio de Santa María la Real de Nájera, parece existir ya unas dependencias de tipo monasterial. Estas sospechas cobran aún mayor solidez al descubrirse a comienzos del siglo XX vestigios cenobiales a los pies del templo asi como la existencia de un pozo alrededor del cual pudo haberse erigido un claustro.

Fue en esta época benedictina que se unen definitivamente las historias del santuario y de la imagen (presumiblemente la talla que presidía los juicios y juntas de la cofradía de Arriaga) ya que se coloca esta última de forma permanente en dicho santuario. Sobre esto hay referencias que indican como la imagen atrae a peregrinos y dignatarios del reino y la provincia.

Posteriormente, en 1431, los mojes vendieron el santuario a Fernán Pérez de Ayala, conde de Salvatierra, por el precio de 2.000 maravedís de juro de heredad, situados en las alcabalas de la villa de Nájera, y 1.000 florines de oro del cuño de Aragón, como consta en la escritura del 5 de julio de 1431.
Los señores de Ayala estuvieron como poseedores y patronos de Estíbaliz por más de una centuria, hasta que Don Atanasio de Ayala, heredero y mayorazgo de la casa de Ayala, determinó en 1542 ceder el patronato de Estíbaliz al hospital de Santiago de Vitoria y al Ayuntamiento, Justicia y Regimiento de la misma. Por este motivo se le dieron a D. Atanasio 1.500 escudos de oro sacados del fondo del hospital de Santiago.

Así, desde que el hospital de Santiago se hizo cargo del santuario de Estíbaliz había en él un ermitaño llamado el Páter, que era simplemente un colono sacristán que pagaba sus rentas a dicho hospital. Por estos años el monasterio deja de ser tal para funcionar sólo como una iglesia. En los siglos XVII y XVIII apenas hay menciones del santuario, salvo algunos documentos en los que se indican peregrinaciones y procesiones varias a la iglesia por parte de los pueblos de alrededor.
Esta época fue por tanto para el santuario una époco de decadencia y semiabandono, incluso sufrió varios intentos de venta, como el de 1793 al capitán general de Álava, Luis de Urbina. Pero no tocó fondo hasta la época de las guerras carlistas, momento en que el templo sufrió un terrible incendio que lo llevó al límite de la supervivencia (se dice que el culto desapareció definitivamente entre agosto y octubre de 1835).

Santuario de Estibaliz según dibujo del siglo XIX

Sin embargo, allá por el año 1880, el ilustre político e intelectual alavés Ricardo Becerro de Bengoa y unos amigos se acercaron al Estíbaliz en busca de la imagen de Nuestra Señora. No tuvieron que ascender hasta lo alto del cerro para encontrarla (el templo románico estaba en estado ruinoso) sino que fueron a la parroquia de la vecina Villafranca. Allí se encontraba la talla, en uno de los altares, "cubierta con un bordado manto de tonelete y disfrazada por completo".
Con idea de devolver la imagen a su esplendor original, la trajeron a Vitoria y la depositaron en el Hospital de Santiago donde procedieron a su examen. He aquí -de su propia pluma- lo que encontraron:
Desnudámosla de su rico traje moderno, que ocultaba su verdadero mérito, y nos hallamos en presencia de una rara escultura del siglo XII. ¡Con qué lastima contemplamos su mutilado conjunto! La imagen es de madera, está sentada y le faltan la cabeza, las manos y el Niño que los tiene postizos. En las catástrofes sociales de nuestro siglo [se refiere a las guerras carlistas], la mano alevosa de los combatientes llegó a aquel solitario templo y arrojó a la Virgen de su altar, que fue recogida y conservada por la piedad de los vecinos de Villafranca.

Pasaron algunos años hasta que en 1897 el joven escultor alavés, Lorenzo Fernández de Viana, recibió el encargo de restaurar la talla. Sobre las circunstancias de tal labor, contamos con una carta de 1918 donde el artista relata:
Así pues, hice la cabeza coronada inspirándome en las imágenes de la época o al menos más próximas al período bizatino y bizantino-románico, encajándola sobre las huellas del cuello que denunciaban el arranque de su primitiva cabeza. Las manos son también nuevas y empotradas en los huecos respectivos y dándoles el aspecto inocente y algo violento, característico con la típica flor o fruta de granada abierta, a la derecha, y el antebrazo izquierdo con la mano un tanto encorvada para sostener al Niño que también se hizo nuevo.

Es  también por esta época, en 1904, que el Ayuntamiento vitoriano y la Diputación alavesa comienzan la restauración del santuario, muy dañado por entonces. Ya en 1906 se reanuda el culto y en 1913 se da por concluida esta primera restauración. Posteriormente R. Uralde y J. Apraiz agrandan la nave añadiendo un hastial al coro.

Santuario de Estibaliz en 1924
Es en 1923 que Nuestra Señora de Estíbaliz es coronada canónicamente y, coincidiendo con esta coronación, se cede el usufructo del santuario y sus pertenencias a los religiosos benedictinos de la abadía de Silos.
Posteriormente, en 1941, es nombrada por el Papa Pio XII patrona de Álava, lo que generaliza su celebración a toda la provincia.

Celebración en la actualidad


Ya se ha visto como el Santuario de Estibaliz ha sido objeto de peregrinaciones y procesiones. Así, en la actualidad, es la romería a dicho santurio uno de los ejes principales de las celebraciones, principalmente desde Vitoria-Gasteiz, aunque existen desde más municipios, como patrona de Álava que es.

El templo se asienta en un cerro sobre la localidad de Argandoña, a unos 11 kilómetros de Vitoria, y es este camino el que recorren gran número de vitorianos, ya sea en la romería o para acercarse al santuario a lo largo del día, ya que se realizan diferentes actividades a su alrededor.
En la actualidad, existe la ruta verde (camino de tierra compacta por el que solo se puede ir andando o en bicicleta) del antiguo ferrocarril Vasco-Navarro que permite acercarse andando desde Gasteiz a la vez que se disfruta de los bonitos paisajes de la llanada alavesa.

Ya en el santuario, además de las celebraciones religiosas en honor a Nuestra Señora de Estibaliz, se celebran diferentes actividades como son exibiciones de Herri Kirolak, grupos de danza vasca, concursos gastronómicos, con la patata alavesa como protagonista, o el concurso de pintura al aire libre que ya es tradicción. También se puede disfrutar de los pasteles vascos, talos, tortillas de patata por supuesto, y otros productos artesanales que ofrecen diferentes puestos situados a los alrededores del santuario.

Puesto artesanal en las inmediaciones del santuario
Unas semanas antes de esta celebración existe una carrera pedestre de poco más de 15 kilómetros organizada por el club de montaña Manuel Iradier que une los dos puntos donde finalizan las dos procesiones de los patrones de Álava y que va desde las campas de Armentia hasta el Santuario de Estibaliz en su mayor parte por la vía verde anteriormente citada.

Referencias:
+ Euskomedia
+ Blog Enklabe Arqueológica
+ VitoriaToday

martes, 27 de abril de 1999

San Prudencio

El 28 de abril es el día de San Prudencio, patrón de Álava, y como tal se celebra su festividad. Esta celebración se ha convertido en uno de los días memorables en la capital de la provincia, Vitoria-Gasteiz, y es que la ciudad organiza varias actividades y actuaciones. Aunque el día del patrón es el 28, las celebraciones se dan desde el 27 de abril.

Historia


La celebración de San Prudencio data al menos de 1483, que es de cuando data el documento más antiguo donde se menciona dicha festividad, en un calendario donde se recogen todas las festividades que por entonces guardaba el Ayuntamiento. En el calendario se dice, sin especificar un día en concreto, que San Prudencio se celebra efectivamente en abril. También cabe destacar que en dicho documento se dice que las fiestas ahí citadas vienen celebrándose desde antiguo (sin decir desde cuando), de donde se puede deducir que la festividad de San Prudencio se celebra desde antes de 1483.

El origen de la romería a San Prudencio tiene que ver con lo establecido en las primeras ordenanzas de la Iglesia Colegial de Santa María de Vitoria (actual Catedral). Éstas datan de 1498 y señalan que los canónigos tenían la obligación anual de ir a decir misa a la iglesia de Armentia el día de San Prudencio. Concretamente, el texto dice así:
Que el día de Señor de Sant Andres é San Prudencio que dexando la dicha Iglesia pral. Colegial de Santa Maria hayan de ir todos Chantre é Thesorero é Canonigos á la dicha iglesia de Armentia é digan todos los officios cantados solemnemente en la dicha iglesia de Armentia segund por la dicha Bula se contiene á primis vesperis usque ad secundas inclusive.

Aunque pueda resultar sorprendente, por aquel 1498 aún no existía en Vitoria reliquia alguna que venerar. Los restos mortales del santo hacía siglos que se custodiaban en el monasterio de Monte Laturce (Clavijo, La Rioja), y no fue hasta 1580 que una representación de la susodicha iglesia colegial de Santa María logró le fuese cedida una parte del cuerpo de San Prudencio. La llegada de la reliquia a nuestra ciudad estuvo rodeada de una gran celebración. Landazuri la describe así:
Se acordó que el día de su público recibimiento saliesen todos los vecinos al Convento de Religiosas de Santa Clara, avisando también para el mismo efecto a los dos Cabildos de la Colegial y Universidad de Beneficiados, los quales juntos con la Ciudad se hallaron a este plausible recibimiento. Mandose por la Ciudad que fuese llevada la cera perteneciente a las Cofradías de la Veracruz, y Santísimo Rosario. Hízose la procesión, y función con el mayor aplauso y suntuosidad.

Más de medio siglo después, otra fecha importante para el culto de San Prudencio será 1644, pues fue en ese año que Álava lo tomó oficialmente como patrón. Es entonces que la fiesta empieza a celebrarse de un modo parecido como hoy día la conocemos.
Se establece una procesión general para el día 28 de Abril "con sermón y otros regocijos", y una rogativa pública hacia el enclave de Armentia que, curiosamente, tenía lugar el día después al del Santo. A esta última asistían: "los dos Cabildos de la Colegiata y Universidad de Beneficiados, el Procurador Síndico General de la Ciudad en su nombre, y todos los Mayorales de las veinte y dos Vecindades en representación de ellas, y de los demás vecinos".

No acaba aquí el relato de los orígenes de la tradición de las fiestas de San Prudencio, de hecho los siglos XVIII y XIX fueron muy importantes en la consolidación 'legal' del santo como patrón de Álava... resulta que no todos los alaveses estaban de acuerdo ya que muchos pensaban que este santo (frente a otros muchos existentes en el Territorio) era una suerte de imposición por parte de los vitorianos. Esto queda patente en que hasta 1926 la celebración de los festejos concernía únicamente al Ayuntamiento de Vitoria y no es hasta esta fecha que se involucra también la Diputación Foral de Álava.

Inauguración de la estatua de San Prudencio,
por el actual paseo de Armentia, en 1940
(Enrique Guinea / Archivo Municipal de Vitoria)
Para la siguiente fecha importante en esta festividad ya no hay que remontarse tanto, y es que fue en la segunda parte del siglo XX cuando se empezaron a celebrar los diferentes actos, ya tan arraigados, del día previo a San Prudencio.
Se considera 1975 como el año en el que se celebró en Vitoria-Gasteiz la primera Tamborrada asociada a la festividad de San Prudencio. Sin embargo, según se refleja en los periódicos de la época, al menos desde 1964 ya se celebraban en Vitoria diversas actividades similares a la Retreta, así como concursos gastronómicos y grupos de danza vasca.

Danzas en las campas de Armentia en honor a San Prudencio, en 1964
(Santiago Arina y Albizu / Archivo Municipal de Vitoria)
Sin embargo es en dicho año de 1975 cuando más se involucran las sociedades gastronómicas de Vitoria, teniendo sus miembros un papel protagonista en el desfile que tuvo lugar esa noche por las calles del centro de la ciudad y que debido a la gran aceptación entre la ciudadanía dió lugar al evento de la Tamborrada que se celebra hoy en día.

Primera Tamborrada en 1975
(ARQUÉ / Archivo Municipal de Vitoria)

La celebración en la actualidad


Todo comienza con la Retreta, que proclama el inicio de la festividad. Esta actuación popular tiene lugar la noche del 27 de abril, desde la balconada de la Casa Consistorial en la Plaza Nueva de 20:00 a 21:00 y desde la balconada del Palacio de la Diputación en la Plaza de la Provincia de 21:00 a 22:00. La Retreta consiste en hacer una proclamas con trompetas y tambores cada cuarto de hora.
Tras la Retreta tiene lugar, en la Plaza de la Provincia, la Tamborrada. La Tamborrada consiste en varias actuaciones de grupos de danza vasca y sociedades gastronómicas, vestidos estos últimos con el traje de cocinero, y todas ellas acompañadas de sus músicos y majorettes. Tras la concentración inicial en la Plaza de la Provincia, se realiza un desfile de las mismas por las calles del casco medieval y centro de Vitora-Gasteiz.

Actuación de majorettes durante la Tamborrada
en la Plaza de Provincia, frente a la Diputación Foral de Álava
El siguiente día, el 28 de abril, es el día propiamente dicho de San Prudencio, también llamado entre los alaveses como el santo meón, por la gran probabilidad de lluvia que suele haber este día.
Este día se celebra una romería popular a Armentia, lugar de nacimiento del Santo, y más concretamente a la Basílica de San Prudencio de Armentia, donde se hace la veneración de las reliquias del Santo. Tras la celebración religiosa, en las campas que rodean la basílica, se desarrollan concursos gastronómicos (caracoles y tortillas de perretxicos son la comida típica de este día), deporte rural y otras actividades que durarán todo el día.

Procesión con la imagen de San Prudencio

Campas de Armentia, con la basilica al fondo
También si instalan multitud de puestos de productos artesanales, como las rosquillas de anís o los talos de chorizo recién hechos, también típicos este día.

Rosquillas de anís
La letra de la canción popular es:
Castellano:
    Suena el tun, tun y con él la trompeta,
    Es la retreta de nuestro patrón. (Bis).
    Los alaveses, en este día, con alegría y con buena unión.
    Celebran fiestas a San Prudencio, a San Prudencio su patrón.
    Suena el tun, tun y con el la trompeta,
    Es la retreta de nuestro patrón. (Bis)
Euskera:
    Tuntunarekin turuten doinua
    gure zaindariaren eguna (berriz)
    Arabatarrok egun honetan,
    elkartzen gara alaitasunez,
    ospatutzeko Prudentzio jaia,
    gure patroi handia.

Zortziko de San Prudencio, del vitoriano José Fresco con letra de Serafín Cuadra:
    Buenas tortillas de perretxikos
    Con huevos frescos y buen jamón
    Que son los útiles más convenientes
    Para este día de animación
    Arriba todos los alaveses
    De alma sencilla y buen corazón
    Celebren fiestas a San Prudencio
    A San Prudencio que es su patrón

Referencias:
+ Blog Enklabe Arqueológica