sábado, 1 de mayo de 1999

Estibaliz

La Vírgen de Estibaliz es la patrona de Álava y los alaveses, como con San Prudencio, celebran su festividad. Esta celebración es apenas un par de días después de la del patrón de Álava, San Prudencio, es decir el 1 de mayo, y su acto principal es la romería hasta el Santuario de Nuestra Señora de Estibaliz, situado en un cerro sobre la localidad alavesa de Argandoña.

Santuario de Nuestra Señora de Estíbaliz en la actualidad

Historia


Las celebraciones en honor a la Virgen de Estibaliz, actualmente patrona de Álava, están directamente relacionadas con la historia del Santuario de Nuestra Señora de Estibaliz (de Santa María de Estibaliz), punto central de dichas celebraciones, y de la talla que en él se encuentra y que representa a la Virgen de Estibaliz.

Para comenzar, hay que remontarse hasta la época de los romanos para saber el origen del topónimo, y es que se cree que el nombre del cerro de Estibaliz deriva del latino "aestas-atis" (veranos), tal vez relacionado con un lugar de descanso veraniego ubicado durante dicha época en el cerro o los alrededores. Esta creencia tiene como base una lápida encontrada en la zona dedicada a Julio Flaco.

Sin embargo, fue durante la Edad Media que el lugar se erigió en cabeza de un condado dependiente del reino de Navarra, y vinculado a la familia de D. Sancha de Pamplona, condesa de Álava (por su matrimonio anterior con Álvaro Herraméliz) e hija de los reyes de Navarra. Al casar ésta con Fernán González (alrededor de 932), entra en la vinculación Castilla. Así, el hijo de Gonzalo Tellez (hermano o yerno de Fernán), Aurivita Diego, puebla Villafranca de Estíbaliz (pueblo situado bajo el cerro de Estibaliz) con su casa solar e iglesia de Santa María. Es por estas fechas (siglo X) que se alzaría el templo.

Por otro lado, está la cofradía y cofrades de Oca, más tarde llamada de Arriaga, y que se sabe ya existía en el siglo X gracias a un privilegio del rey de Navarra fechado el 962 en donde se les hace mención. Dicha cofradía se reunía en el campo de Oca, próximo a Arriaga, el 1 de mayo de cada año, día en el que celebraban una solemne procesión con la imagen de la Virgen de Estíbaliz, llevándola a la ermita de San Juan Bautista, enclavada en el campo de Arriaga. Nombraban 4 alcaldes jueces universales para que gobernasen durante el año siguiente toda la tierra de Álava, y de éstos uno era justicia mayor, el cual se encargaba de dar las sentencias y vivía en la casa de la cofradía, teniendo obligación de trasladarse al otero y somo de Estíbaliz a fallar las causas el día 1 de mayo. Este 1 de mayo de cada año se celebraban los "Juicios de Dios o Desafíos y Desagraviamientos de Estíbaliz". En el Real Privilegio se dice, entre otras cosas:
et más, en quanto a los desafíos et desagraviamentos que han acostumbrado, como fasta aquí, los fagan et puedan facer de aquí adelante somo el otero de Estíbaliz; es a saber: en los días primeros del mes de mayo, después del sol salido fasta el sol entrado, et non desde más adelante, nin primero fasta otro día primero de mayo de otro año, et se puedan hedir los homes unos a otros en razón de sus fechos et agraviamientos cualesquiera día que dicho es de suso fasta sol entrado, de cuerpo a cuerpo, et nenguno los pueda contrallar, fuera aide que no fuedan fogar nin facer tales peleas con fallestenes, nin saetas, nin con otras armas de lanzar, dardos et espadas, et pabesas, etc.

Talla de NªSª de Estibaliz (aspecto actual)
Durante los siglos X al XII dichos terrenos en los que se asienta el santurario pertenecieron a los condes González, que se nombraban con el patronímico "de Estibaliz". De esa época hay documentos sobre una cesión de dichos condes al monasterio de San Millán. Así, cuando en 1138 doña María López de Estíbaliz, hija de Lope González, hace una donación a los benedictinos cluniacenses del monasterio de Santa María la Real de Nájera, parece existir ya unas dependencias de tipo monasterial. Estas sospechas cobran aún mayor solidez al descubrirse a comienzos del siglo XX vestigios cenobiales a los pies del templo asi como la existencia de un pozo alrededor del cual pudo haberse erigido un claustro.

Fue en esta época benedictina que se unen definitivamente las historias del santuario y de la imagen (presumiblemente la talla que presidía los juicios y juntas de la cofradía de Arriaga) ya que se coloca esta última de forma permanente en dicho santuario. Sobre esto hay referencias que indican como la imagen atrae a peregrinos y dignatarios del reino y la provincia.

Posteriormente, en 1431, los mojes vendieron el santuario a Fernán Pérez de Ayala, conde de Salvatierra, por el precio de 2.000 maravedís de juro de heredad, situados en las alcabalas de la villa de Nájera, y 1.000 florines de oro del cuño de Aragón, como consta en la escritura del 5 de julio de 1431.
Los señores de Ayala estuvieron como poseedores y patronos de Estíbaliz por más de una centuria, hasta que Don Atanasio de Ayala, heredero y mayorazgo de la casa de Ayala, determinó en 1542 ceder el patronato de Estíbaliz al hospital de Santiago de Vitoria y al Ayuntamiento, Justicia y Regimiento de la misma. Por este motivo se le dieron a D. Atanasio 1.500 escudos de oro sacados del fondo del hospital de Santiago.

Así, desde que el hospital de Santiago se hizo cargo del santuario de Estíbaliz había en él un ermitaño llamado el Páter, que era simplemente un colono sacristán que pagaba sus rentas a dicho hospital. Por estos años el monasterio deja de ser tal para funcionar sólo como una iglesia. En los siglos XVII y XVIII apenas hay menciones del santuario, salvo algunos documentos en los que se indican peregrinaciones y procesiones varias a la iglesia por parte de los pueblos de alrededor.
Esta época fue por tanto para el santuario una époco de decadencia y semiabandono, incluso sufrió varios intentos de venta, como el de 1793 al capitán general de Álava, Luis de Urbina. Pero no tocó fondo hasta la época de las guerras carlistas, momento en que el templo sufrió un terrible incendio que lo llevó al límite de la supervivencia (se dice que el culto desapareció definitivamente entre agosto y octubre de 1835).

Santuario de Estibaliz según dibujo del siglo XIX

Sin embargo, allá por el año 1880, el ilustre político e intelectual alavés Ricardo Becerro de Bengoa y unos amigos se acercaron al Estíbaliz en busca de la imagen de Nuestra Señora. No tuvieron que ascender hasta lo alto del cerro para encontrarla (el templo románico estaba en estado ruinoso) sino que fueron a la parroquia de la vecina Villafranca. Allí se encontraba la talla, en uno de los altares, "cubierta con un bordado manto de tonelete y disfrazada por completo".
Con idea de devolver la imagen a su esplendor original, la trajeron a Vitoria y la depositaron en el Hospital de Santiago donde procedieron a su examen. He aquí -de su propia pluma- lo que encontraron:
Desnudámosla de su rico traje moderno, que ocultaba su verdadero mérito, y nos hallamos en presencia de una rara escultura del siglo XII. ¡Con qué lastima contemplamos su mutilado conjunto! La imagen es de madera, está sentada y le faltan la cabeza, las manos y el Niño que los tiene postizos. En las catástrofes sociales de nuestro siglo [se refiere a las guerras carlistas], la mano alevosa de los combatientes llegó a aquel solitario templo y arrojó a la Virgen de su altar, que fue recogida y conservada por la piedad de los vecinos de Villafranca.

Pasaron algunos años hasta que en 1897 el joven escultor alavés, Lorenzo Fernández de Viana, recibió el encargo de restaurar la talla. Sobre las circunstancias de tal labor, contamos con una carta de 1918 donde el artista relata:
Así pues, hice la cabeza coronada inspirándome en las imágenes de la época o al menos más próximas al período bizatino y bizantino-románico, encajándola sobre las huellas del cuello que denunciaban el arranque de su primitiva cabeza. Las manos son también nuevas y empotradas en los huecos respectivos y dándoles el aspecto inocente y algo violento, característico con la típica flor o fruta de granada abierta, a la derecha, y el antebrazo izquierdo con la mano un tanto encorvada para sostener al Niño que también se hizo nuevo.

Es  también por esta época, en 1904, que el Ayuntamiento vitoriano y la Diputación alavesa comienzan la restauración del santuario, muy dañado por entonces. Ya en 1906 se reanuda el culto y en 1913 se da por concluida esta primera restauración. Posteriormente R. Uralde y J. Apraiz agrandan la nave añadiendo un hastial al coro.

Santuario de Estibaliz en 1924
Es en 1923 que Nuestra Señora de Estíbaliz es coronada canónicamente y, coincidiendo con esta coronación, se cede el usufructo del santuario y sus pertenencias a los religiosos benedictinos de la abadía de Silos.
Posteriormente, en 1941, es nombrada por el Papa Pio XII patrona de Álava, lo que generaliza su celebración a toda la provincia.

Celebración en la actualidad


Ya se ha visto como el Santuario de Estibaliz ha sido objeto de peregrinaciones y procesiones. Así, en la actualidad, es la romería a dicho santurio uno de los ejes principales de las celebraciones, principalmente desde Vitoria-Gasteiz, aunque existen desde más municipios, como patrona de Álava que es.

El templo se asienta en un cerro sobre la localidad de Argandoña, a unos 11 kilómetros de Vitoria, y es este camino el que recorren gran número de vitorianos, ya sea en la romería o para acercarse al santuario a lo largo del día, ya que se realizan diferentes actividades a su alrededor.
En la actualidad, existe la ruta verde (camino de tierra compacta por el que solo se puede ir andando o en bicicleta) del antiguo ferrocarril Vasco-Navarro que permite acercarse andando desde Gasteiz a la vez que se disfruta de los bonitos paisajes de la llanada alavesa.

Ya en el santuario, además de las celebraciones religiosas en honor a Nuestra Señora de Estibaliz, se celebran diferentes actividades como son exibiciones de Herri Kirolak, grupos de danza vasca, concursos gastronómicos, con la patata alavesa como protagonista, o el concurso de pintura al aire libre que ya es tradicción. También se puede disfrutar de los pasteles vascos, talos, tortillas de patata por supuesto, y otros productos artesanales que ofrecen diferentes puestos situados a los alrededores del santuario.

Puesto artesanal en las inmediaciones del santuario
Unas semanas antes de esta celebración existe una carrera pedestre de poco más de 15 kilómetros organizada por el club de montaña Manuel Iradier que une los dos puntos donde finalizan las dos procesiones de los patrones de Álava y que va desde las campas de Armentia hasta el Santuario de Estibaliz en su mayor parte por la vía verde anteriormente citada.

Referencias:
+ Euskomedia
+ Blog Enklabe Arqueológica
+ VitoriaToday

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